Campamento APPO 1a. parte.

EL OBSERVADOR

Mientras cae la noche en la calle tacuba, los miembros de la APPO y la sección 22 del SNTE organizan la jornada nocturna para establecer roles de vigilancia. Junto a una gran carpa amarilla se ha improvisado un escenario en el cual se presentó una obra provocativa sobre la religión católica, un montaje de Olga Morales, la gente escucha atenta; algunos se van, otros protestan por lo que consideran una ofensa, de cualquier forma Andres Contreras conoce el oficio en estos escenarios y continua musicalizando la velada. Al término de la obra un cantante de música ranchera cerró la actividad cultural que cuenta con un buen número de espectadores.

En la cocina improvisada platiqué con la maestra Evangelina, vestida con un traje blanco de manta, siempre con una sonrisa a pesar de llevar cinco quincenas sin cobrar, comenta con entusiasmo la situación del movimiento, desde su perspectiva ha rebasado a las cúpulas "ahora es la gente la que quiere cambiar las cosas , hemos recibido mucho apoyo de la gente de la capital, les agradecemos mucho porque comida no nos ha faltado y su apoyo nos mantiene aquí",comenta y nos pide que ante una intervención militar informemos a la población. Hay que romper el cerco.

En la carpa dedicada a la enfermería, un paramédico de nombre Omar nos recibe. Es veracruzano, pero eso no importa el es un voluntario mas y por el momento miembro de la APPO, la unidad es lo que importa, ante la pregunta de ¿Como llegó aquí? contesta que en un movimiento asi siempre se necesita ayuda y que el está capacitado para darla, asi que decidió venir.
La noche transcurre en calma, en los retenes que hacen esquina con eje central un grupo de personas platica, el profesor Vicente Melchor se acerca a platicar con nosotros, le gusta mi gafete de la CND y con familiaridad abre la plática, su calidez es soprendente, nos invita a comer tasajo, nopalitos "cuando la cosa sea diferente, los espero allá en su humilde casa", hoy conoció garibaldi y otras partes de la ciudad. Regresa a su grupo no sin antes darme su teléfono "para mantenernos en contacto para la invitación".
La noche sigue avanzando, la esperanza se mantiene firme, segura de su victoria, ya falta poco para que amanezca.